Lola Montero es la mujer de un soldado de la mafia rusa, así, a secas. Con su marido trabajando para uno de los líderes de la Bratva en Andalucía, todo parece ir bien hasta que recibe un mensaje de su amorcito: «Vienen a por mí. Huye». Nunca es tarde, porque cuando ese mensaje llega, ella ya ha echado a correr. En efecto, la persiguen. ¿Quién? ¿Por qué? ¿Qué ha podido salir mal? Hace años que se acostumbró a tener la vida dominada a golpe de talonario y va a descubrir lo que cuesta valerse ahí fuera por sí misma.
Además de los asesinos, alguien más ha recibido el encargo de localizarla, la extraña pareja formada por Antonia Scott y Jon Gutiérrez es enviada a la zona para darle caza. No tienen muy claro por qué, al fin y al cabo, ellos forman parte de una unidad de élite que no debería preocuparse por minucias como esa, pero quizá les sirva para seguir adelante después de su anterior misión.